No puedo esperar para volver a Grand Velas Los Cabos. Sabía que era una buena opción para planear un viaje con mi marido y mis tres hijos, pero nunca imaginé que me encontraría con tantos detalles en un solo lugar. La atención de todos es tan cálida y natural, como si te recibieran en casa para hacerte pasar las mejores vacaciones de tu vida; y sin duda lo lograron.
Nuestra concierge personal estuvo al pendiente de todo, desde que nuestro minibar se surtiera con opciones saludables (cuido mucho la alimentación de mis hijos), hasta hacer sugerencias interesantes sobre cosas que hacer dentro y fuera del hotel basadas en nuestros gustos. Elegimos la suite familiar de dos recámaras y las amenidades fueron extraordinarias: un tepee para hacer un campamento dentro de la suite y todos los utensilios que necesitaba para consentir a mi bebé: columpio, carriola, bañera y hasta juguetes y mamilas (un sueño para cualquier padre que no quiere cargar con todo el kit de cuidados para un bebé).
La alberca principal tiene tres niveles con diferentes temperaturas, y siempre estás perfectamente atendido por un Pool and Beach Concierge. Los siete restaurantes son insuperables, pero nuestro favorito fue Frida con platillos exquisitos como el conejo al mole y el huarache de pulpo a la parrilla.
Isabella, la de en medio, se divirtió como nunca en el summer camp que organizan en verano, preparó su propio helado, aprendió a hacer piñatas y papalotes. Estuvo feliz durante el desfile por el hotel con Pancho, un simpatiquísimo chango que es la mascota oficial, y lo que más le emocionó fue hacer amigos de diferentes partes del mundo.
El mayor de mi hijos, John, realmente lo pasó en grande, no solo con las actividades que planean para los adolescentes como concursos de talentos y juegos de cartas, también en el Teens’ Club que es un espacio súper original con todo lo que un chico de su edad podría desear: consolas de videojuegos independientes, mesas de air hockey y una cafetería con bebidas divertidas.
Lo que más disfrutamos en familia fueron los picnics con shows de magia y títeres; y los espectáculos en vivo por las noches que organiza Grand Velas Los Cabos ¡nos encantaron! El cine bajo las estrellas no tiene comparación con carrito de palomitas y snacks deliciosos.
Mi marido y yo tuvimos tiempo para dedicarlo a nosotros en el Spa (Forbes lo tiene en la mira como uno de los mejores) y la experiencia fue simplemente fascinante. Sus áreas húmedas (las nombran Ceremonia de Agua) son un paraíso para relajarse y reconectar con los elementos. Fue muy grato encontrarnos con un Spa Atelier para conocer secretos de belleza y preparar nuestros propios exfoliantes y aceites de aromaterapia. ¡Un regalo adicional e inesperado!
Lo recomiendo a todos los que busquen más que unas vacaciones, tiempo de calidad para compartir en familia.
Reseña compartida por Sharon W. – huésped de Grand Velas Los Cabos